Chile

Naturaleza que sorprende

Extensas costas, lagos, volcanes, glaciares, valles, bosques nativos y desiertos, son parte de los escenarios que ofrece esta tierra de contrastes, que impresiona por su variedad y que siempre sorprende al visitante. En sus extremos se encuentran, por el norte, el Desierto de Atacama, el más árido del planeta, y en el sur, la inmensidad de los hielos milenarios.

La majestuosidad de la Cordillera de los Andes y la costa bañada por el Océano Pacífico cobijan un territorio de valles y viñedos en la zona central, y amplias extensiones de bosques nativos en el sur. Por su variedad de paisajes, Chile es esencialmente un país para disfrutar de la naturaleza y ofrece a cada visitante una experiencia única: montañismo, cabalgatas, esquí, exploraciones arqueológicas, observación de la riquísima flora y fauna existente, buceo y playas, rafting y kayaking en ríos y fiordos, navegación entre témpanos de hielo o excursiones a sitios rituales en Isla de Pascua.

Santiago, capital de Chile, es una metrópolis moderna, con altos estándares de seguridad, excelente infraestructura hotelera y variada oferta gastronómica, un interesante centro histórico, barrio bohemio, tranquilos sectores residenciales y uno de los Museos de Arte Precolombino más importante de América Latina. Desde aquí se puede acceder a las playas del litoral central y a centros de esquí de nivel internacional, en sólo una hora de viaje.

Gastronomía

La gastronomía chilena es un reflejo de la evolución ancestral y cultural de nuestro país, en permanente búsqueda de su esencia e identidad. Se destaca por una integración de hierbas y especias, una gran variedad de productos del mar, carnes, frutas y vegetales siempre frescos.

La cocina chilena refleja la influencia española mezclada con las raíces indígenas que dan identidad a los platos regionales, como los aymaras en el norte, los mapuches en la zona centro sur y la cultura pascuense.